Mira, has visto los robot que sacan en las noticias, que muchos se me hacen pendejos con propósitos pendejos, pero hay uno que sirve para esta explicación.
Un bebe-robot y sirve para entender a los niños
Por que literalmente los bebes se comportan mas como muñecos que como animales. Cuando nacen no se mueven de inmediato, tienen que ser golpeados para que el llanto les de las facultades para respirar y llorar por primera vez. El necesario apretar del boton On.
Tienen una programación básica para sobrevivir si se les cuida, alimenta y se está al pendiente de su salud muy inestable; y tienen la capacidad de aprender cosas nuevas y almacenar memorias y conductas que resultan beneficiosas para él. El llorar representa una de las cosas más sencillas pero más importantes en el HDD; para pedir comida llora, para pedir que lo carguen llora, para que lo cambien llora, cuando deja de escuchar nuestra voz llora…
Pero si no se les cuida avanzan a un estado animalesco. No llegan a lo que sería un ser humano con sus facultades completas: el lenguaje, identificar sentimientos y el desarrollo emocional.
Pero con los robots es diferente.
Tienen una programación básica, acatan órdenes. Pero no hay uno que aprenda como nosotros: hay los que predicen jugadas de ajedrez, los que juegan baloncesto y los que sirven de gladiadores.
Pero nunca veremos un robot que se mate con odio, que sea competitivo y que aprenda o cree jugadas…
…y si lográramos crear algo más que inteligencia artificial, una con la capacidad de expandirse, aprender y auto-programarse, reparar y entender cosas como el alma y el amor.
Y tomando ideas de Masamune Shirow, donde describía el alma como una codificación dentro del cerebro mismo el cual llamaba Ghost. La línea de Ghost podía ser trasladada a otro ciber-cerebro con la mínima degradación o crear copias de baja calidad destruyendo al individuo. La utopía de la existencia; se demostraba que podía poseerse un espíritu sin un cuerpo biológico. O crear un ser nacido del mismo mar de información, en un vasto mundo y en constante crecimiento.
Y entre los engranes y el aceite, el silicio y las micro-maquinas… donde queda dios...
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